FOTO AGROFY NEWS. Jorge Malatini sobre uno de los aviones que utiliza para realizar sus espectaculares acrobacias aéreas.
“Lavando aviones y barriendo hangares”, es como describe Jorge Malatini, el inicio de lo que luego fue su pasión: hacer maniobras acrobáticas aéreas. Pero es mucho más que solo eso. Tiene 15.000 horas de vuelo en línea aérea y como 17.000 en aviones de otro porte.
“No vuelo arriba de la cabeza de la gente” fue la aclaración sobre los shows. Con apenas 9 años, en el año 1966, el piloto oriundo de Carlos Casares descubrió el amor por los aviones y, con el pasar de los años, se convirtió en una leyenda de acrobacias que deslumbran en gran parte del país y en las principales muestras de la agroindustria.
A los 12 años, en 1969, se complementó como banderillero de aeroplicación. Pero su primer trabajo formal fue a los 18 cuando una empresa le otorgó la oportunidad de trabajar como piloto para aeroaplicación en los campos de la zona. Fue esa actividad la que le permitió financiar su primer curso como piloto comercial.
Cuando tenía 20 años, luego de completar el curso de piloto comercial, se dedicó a traer aviones de un solo motor desde Estados Unidos, tarea que requería habilidad y destreza, ya que se tardaban 84 horas netas de vuelo en promedio. Para lograrlo, Malatini dividió el vuelo en etapas de entre 10 y 15 horas.
Cabe señalar que, por ese entonces, no había GPS. En 1980 ingresó a Aerolíneas Argentinas como piloto comercial, donde simultáneamente desarrolló su pasión por las acrobacias aéreas y, entre vuelos, se capacitó durante más de siete años en los Estados Unidos.
Lo hace con su avión Pitts-S1-11b de 300 caballos que puede alcanzar los 300 kilómetros por hora de velocidad crucero, una máxima de 400 kilómetros por hora en picada, subir verticalmente hasta los 600 metros de altura y soportar una carga de 10G de fuerza de gravedad.
FOTO FACEBOOK JM. El Pitts-S1-11b de 300 caballos puede alcanzar los 400 kilómetros por hora en picada.
Malatini adquirió su primer avión para realizar aplicaciones agrícolas en 1983, un servicio que continúa ofreciendo hasta la fecha. En febrero de 1986, comenzó a incursionar en el mundo de la acrobacia aérea para, al año siguiente, unirse al campeonato de acrobacia. Desde entonces, participó en varios torneos y se consagró campeón en los años 1988, 90 y 91. “Formaba parte de un grupo de pilotos llamado Centro de Vuelo Artístico. Era el primer equipo civil de acrobacia aérea en Argentina. Nos dedicamos a realizar exhibiciones y espectáculos aéreos en diferentes lugares de Argentina”, recuerda Malatini.
También participa en numerosos eventos, incluyendo la apertura de carreras como el Turismo Carretera, TC2000, Top Race, MotoGP, Enduro del Verano y el Dakar en Argentina y la apertura del mundo. Como anécdota, durante ocho años fue acompañante de Marcos Di Palma. Además, hizo acrobacias cuando la Fórmula 1 corría en Argentina.
Este año volando, Malatini cumple 25 años en la costa argentina, desde San Clemente del Tuyú casi hasta Necochea. Hace tres años forma parte de la escuadra de Red Bull, algo que solo lograron ocho pilotos a nivel mundial. De esta forma, Malatini representa a la marca en Sudamérica.
Hasta 2009 fue piloto comercial de la línea de bandera y, en la actualidad, continúa realizando exhibiciones aéreas por todo el país, utilizando tanto su propio avión como así también uno de la prestigiosa empresa de la bebida energizante.
“En la costa hago un 20% de lo que el avión puede hacer y lo que yo puedo rendir, y en las exposiciones un 40%”, señala, algo que solo lograron ocho pilotos a nivel mundial. (Fuente: Aramis Glauber de Agrofy News).