PRENSA NASCAR. El auto de Ryan Preece en el inicio del accidente ocurrido cerca del final de las 500 Millas de Daytona.
No fue la primera vez que Ryan Preece salió por los aires en Daytona, pero se espera que la del domingo por la noche sea la última. A falta de 15 vueltas para el final de las 500 Millas de Daytona, el auto de Christopher Bell fue tocado desde atrás mientras luchaba adelante en el pelotón y salió derrapando por la pista. William Byron, a la postre ganador de la carrera, lo esquivó por nada pero el coche que iba justo detrás, conducido por Preece, no tuvo la misma suerte.
El Ford Nº 60 saltó por los aires inmediatamente después de chocar contra Bell, pero no de la forma que se esperaba. El coche hizo lo que se puede describir como un caballito mientras se movía hacia la entrada de la curva 3 antes de girar lo suficiente como para dejar que el aire se metiera completamente debajo de él, volcar boca abajo y derrapar por la pista antes de rodar de nuevo y golpear el muro exterior. Afortunadamente, el piloto salió por sus propios medios.
PRENSA NASCAR. El Ford N° 60 en el aire (arriba) y en posición invertida (abajo) en el circuito de La Florida.
“No sé si es el difusor o qué es lo que hace que estos coches sean como una hoja cuando sales en un día de viento; pero cuando el coche despegó y se quedó muy tranquilo, sólo pensé en mi hija. Tuve suerte de salir caminando, pero estamos muy cerca de que alguien no pueda hacerlo. Es frustrante cuando terminas el día así”, resumió Preece.
Se suponía que este iba a ser el comienzo de una nueva etapa para Preece, que se unió a RFK Racing en el tercer equipo. El piloto de 34 años esperaba abrir un nuevo libro en su carrera en la NASCAR, pero su historial de estar en el lugar equivocado y en el peor momento sigue persiguiéndolo.
En la misma recta trasera durante el verano de 2023, tuvo un choque aún más aterrador mientras conducía para Stewart-Haas Racing. El coche volcó casi una docena de veces en un interminable accidente. También el año pasado, Preece se vio involucrado en un brutal impacto con Kyle Larson en Talladega que llevó a la NASCAR a realizar cambios para reforzar el chasis de los Gen 7 de la Cup.