ARCHIVO VHF. Acreditado por el Diario La Opinión de Rafaela en el Centro de Prensa del Indianápolis Motor Speedway.
Desde que el 28 de febrero de 1971 se realizaron las 300 Indy en el autódromo “Ciudad de Rafaela”, en una epopeya irrepetible de aquellos locos soñadores de una excepcional dirigencia del Club Atlético, hasta mayo de 2010, transcurrieron más de 39 años. En aquel lejano 2010 tuve el privilegio de asistir a mis primeras Indy 500, en el mítico Indianápolis Motor Speedway.
El jueves previo a la fecha establecida para la legendaria competencia, que se llevó a cabo el domingo 30 de mayo, en una salida grupal acompañada por Jachi Eberhardt, 27 personas salimos de Rafaela con destino al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, donde esa noche abordamos el vuelo de American Airlines que en la mañana del viernes y luego de una breve escala en Miami nos depositaría en la Capital Mundial de la Velocidad, como es promocionada internacionalmente la cabecera del estado de Indiana.
Luego de alojarnos en el Indianápolis Marriott Downtown, recorrimos la ciudad y visitamos el Museo de la Fama, ubicado en el predio del circuito, en un viernes pleno de emociones, las que alcanzaron su mayor intensidad cuando a pocos metros del ingreso observamos el Colt Ford turbo que en manos de Al Unser Sr. había triunfado en la única visita de la categoría estadounidense a nuestra Perla del Oeste.
Después de un sábado en el que regresamos al escenario del gran acontecimiento, todo quedó dispuesto para que el domingo, con toda la expectativa que no lográbamos contener, el transporte nos llevó hasta un autódromo que al promediar la mañana se transformaban en una ciudad paralela, con casi 400.000 almas aguardando el inicio de la competencia.
PRENSA IMS. Dario Franchitti con el Dallara - Honda del Chip Ganassi se impuso el 30 de mayo de 2010.
Miles de casas rodantes y motorhomes se alineaban en un interminable estacionamiento en las adyacencias del IMS, mientras se iban acercando los vehículos de gran porte a los lugares asignados, respetando un tránsito ordenado y sin ningún tipo de conflictos.
En el momento del ingreso, me separé del grupo para dirigirme por el túnel peatonal hasta el sector interno en busca de mi lugar -Fila E Pupitre 2- en el Centro de Prensa. ubicado a escasos metros de la tradicional Pagoda, esa torre con reminiscencias asiáticas levantada en la recta principal.
Ciento ochenta periodistas de distintos rincones del mundo, disfrutamos de todas las comodidades para seguir las alternativas de la carreras. Treinta filas de seis lugares, con igual cantidad de monitores que transmitían imágenes generadas desde diferentes sectores del circuito, sumadas a la permanente actualización de los resultados, nos mantenían informados desde que los 33 participantes se alistaron en la grilla y hasta que el último de los protagonistas recibió el banderazo cuadriculado.
Acreditado por el Diario La Opinión de Rafaela, fui el único periodista argentino en esa zona, compartiendo la fila con dos colegas del prestigioso e influyente medio norteamericano US Today, otros dos de la Cadena Caracol de Colombia y una enviada de Hong Kong.
PRENSA IMS. El piloto escocés posa el día posterior a su victoria con el espectacular trofeo Borg-Warner.
La carrera, sobre 200 vueltas, fue ganada por el escocés Darío Franchitti, con un Dallara - Honda del Chip Ganassi, por un estrecho margen de 153 milésimas sobre Dan Wheldon y más de 23 segundos de diferencia respecto de Marco Andretti; mientras que en una excepcional actuación, Danica Patrick, que llegó a puntear, fue sexta, con un auto del Andretti Autosport.
Finalizada la competencia, nos reagrupamos en la puerta que habíamos convenido para esperar que el transporte nos recoja para llevarnos al hotel, luego de vivir un evento incomparable y desarrollado a un ritmo vertiginoso, que le permitió marcar un promedio superior a los 260 kilómetros por hora a Franchitti, quien logró ese domingo su segunda victoria tras la conseguida en 2007 y a la que agregaría una tercera en la edición 2012.
El lunes, lo aprovechamos para viajar a Chicago, una de las ciudades más impactantes de Estados Unidos, como instancia previa a nuestro próximo destino: Miami. Otros cuatro días en la Ciudad del Sol, marcaron el final de un viaje que hoy seguimos recordando con nostalgia y que fue para todos la primera Indy 500. En aquel lejano mayo de 2010, quienes compartimos esa vivencia, hicimos realidad un sueño. En mi caso, 39 años después de las siempre añoradas 300 Indy de Rafaela.
Víctor Hugo Fux (Responsable periodístico de Fierros Calientes).