En la entrega anterior y bajo el título Las primeras “500 Millas Argentinas” (I), desarrollé todo el material previo a la realización de esa frustrada y muy polémica competencia organizada por el Club Atlético de Rafaela, que debió interrumpirse por lluvia, el mismo día en el que se generó un conflicto entre la institución de nuestra ciudad y el Automóvil Club Argentino.

El problema tuvo su origen en el cronometraje de la prueba, a raíz de haber desempeñado esa tarea las dos entidades, en una clara “lucha de poderes”. En esta segunda y definitiva parte, quiero retomar el desarrollo de una carrera que se reprogramó para el 29 de agosto de aquel lejano 1926, esa vez en una jornada en la que el clima se asoció a la gran fiesta, aportándole el sol la luminosidad que no había tenido en su fecha original.

El trámite fue desgastante para hombres y máquinas. Tantas exigencias debieron afrontar los protagonistas, que solamente tres de los que tomaron la salida en la mañana de aquel domingo rafaelino, pudieron recibir el banderazo cuadriculado.

El ganador, Raúl “Polenta” Riganti, con un Hudson, fue el ganador, sobreponiéndose nada menos que a cuatro pinchaduras de neumáticos y a varios cambios de bujías, al cabo de las 6h46m23s que le demandó la exigencia.

FOTO ARCHIVO. Raúl Riganti y el Hudson levantan una nube de polvo rumbo a la victoria en la primera edición

Para ser clasificados, los pilotos debían completar los más de 804 kilómetros, sin importar el tiempo empleado, algo que también hicieron Ernesto Blanco (REO) y Emilio Karstulovich (Auburn).

De esa manera, quedó grabado a fuego el primer capítulo de una historia que se terminaría extinguiendo a mediados de la década del setenta, cuando aquella maratónica prueba consagraría a uno de los últimos ídolos de nuestro automovilismo, Rubén Luis Di Palma, en el año 1975.

Riganti, un referente de su época, ya había escrito su propia historia medio siglo antes, cuando aquellos locos soñadores hicieron posible la realización de una prueba que ni siquiera los más optimistas creían que podría marcar una de las etapas más gloriosa de nuestro deporte motor.

Aquella primera vez, hasta fue necesario superar un conflicto impensado, para terminar celebrando el éxito de un proyecto que empezó a corporizarse en 1911. el año que por primera vez se corrió esa distancia, pero en Indianápolis.

Clasificación oficial (21 vueltas): 1° Raúl Riganti (Hudson), en 6h46m23s, a un promedio de 125,925 Km/h; 2° Ernesto Blanco (REO), en 7h12m41s y 3° Emilio Karstulovic (Auburn), en 9h03m48s.

                                                                                                                                                             Víctor Hugo Fux (Editor periodístico de Fierros Calientes).