FOTO ARCHIVO. Hombres y máquinas alineados en la recta principal del autódromo rafaelino el 28 de febrero de 1971.
La fecha del 28 de febrero de 1971 quedará grabado a fuego, por siempre, en el rico historial del automovilismo deportivo de Rafaela.
Ese día se llevó a cabo la irrepetible competencia 300 Indy, sin duda la más importante organizada por el Club Atlético, que convocó por única vez en Argentina a la categoría Fórmula Championship, actualmente denominada IndyCar.
Hombres y máquinas procedentes de los Estados Unidos llegaron a nuestro país en diferentes vuelos procedentes de Miami y Los Ángeles, para correr en el legendario óvalo rafaelino, desarrollando en esa oportunidad un promedio superior al logrado esa misma temporada en el Indianápolis Motor Speedway.
FOTO ARCHIVO. El ingeniero Eduardo Ricotti en la llegada de los autos de Pairetti (44) y Simpson (28) a Paraná.
Al Unser Sr., ganador de cuatro ediciones de las míticas Indy 500, con un Colt Ford, inscribió su nombre como vencedor, escoltado por Lloyd Ruby -autor de la pole con un récord que hoy perdura, a 52 años de aquel evento- y Joe Leonard, con un Mongoose Ford y un Colt Ford, respectivamente.
Nuestro país estuvo representado por Carlos Alberto Pairetti, que con un auto alquilado a Dick Simon, cumplió una excelente labor, finalizando en el noven puesto al cabo de una prueba que se dividió en dos series y que otorgó su clasificación por suma de tiempos.
FOTO ARCHIVO. Ricotti, presidente de Atlético, le entrega el trofeo a Al Unser, acompañado por su madre Mary.
Entre 35.000 y 40.000 aficionados respondieron a la convocatoria de la centenaria institución rafaelina, que debió realizar una importante cantidad de obras en el circuito para adaptarlo a las exigencias del Unitet States Auto Club (USAC), el ente rector de la actividad en el país del Norte.
Rafaela vivió jornadas memorables en uno de los acontecimientos más importantes a lo largo de su existencia, consolidándose como un escenario de deporte motor de proyección internacional.
FOTO ARCHIVO. Carlos Pairetti, el único piloto argentino participante, finalizó en un meritorio noveno puesto.
Lamentablemente, por diferentes factores, pero especialmente por no haber logrado reunir el presupuesto necesario, no pudo llevarse a cabo la segunda edición de la competencia, a pesar de la voluntad del Club Atlético y del USAC, que intentaron repetir la experiencia en 1972.
El hecho que la fecha disputada en Rafaela haya otorgado puntos, terminó siendo una excusa ineludible para que las principales figuras del automovilismo norteamericano de aquella época tomen parte de la competencia, encabezadas por los hermanos Al y Bobby Unser, Johnny Rutherford y Gordon Johncock, entre otros, todos ganadores de las 500 Millas de Indianápolis, antes y después de la histórica gesta rafaelina.
FOTO ARCHIVO. El mural conmemorativo de las 300 Indy rinde homenaje a quienes hicieron realidad ese sueño.
RESUMEN ESTADÍSTICO
Primera serie: 1° Al Unser (Ford); 2° Lloyd Ruby (Ford); 3° Mike Mosley (Ford); 4° Swede Savage (Offenhauser); 5° Roger McCluskey (Offenhauser); 6° Joe Leonard (Ford); 7° Johnny Rutherford (Ford); 8° Cale Yarborough (Ford); 9° Gordon Johncock (Ford); 10° Bentley Warren (Offenhauser); 11° Gary Bettenhausen (Offenhauser) y 12° Carlos Pairetti (Ford).
Segunda serie: 1° Al Unser (Ford); 2° Lloyd Ruby (Ford); 3° Joe Leonard (Ford); 4° Roger McCluskey (Offenhauser); 5° Swede Savage (Offenhauser); 6° Dick Simon (Ford); 7° Gary Bettenhausen (Offenhauser); 8° Cale Yarborough (Ford); 9° Carlos Pairetti (Ford); 10° Gordon Johncock (Ford); 11° Salt Walter (Ford) y 12° Dee Jones (Ford).
Final (por suma): 1° Al Unser (Ford); 2° Lloyd Ruby (Ford); 3° Joe Leonard (Ford); 4° Roger McCluskey (Offenhauser); 5° Swede Savage (Offenhauser); 6° Dick Simon (Ford); 7° Gary Bettenhausen (Offenhauser); 8° Cale Yarborough (Ford); 9° Carlos Pairetti (Ford) y 10° Gordon Johncock (Ford).